Catequesis de imágenes en los retiros: Diciembre 2019

La fe de la Virgen Maria. Catequesis de San Juan Pablo II (3-VII-96)

EI anuncio a Marla tiene lugar en un contexto simple y ordinario, sin los elementos externos de carácter sagrado que están presentes en el anuncio a Zacarías. San Lucas no indica el lugar preciso en el que se realiza la anunciación del nacimiento del Señor; reflere, solamente, que Marfa se hallaba en Nazaret, aldea poco importante, que no parece predestinada a ese acontecimiento. Además, el evangelista no atribuye especial importancia al momento en que el ángel se presenta, dado que no precisa las circunstancias históricas, En el contacto con el mensajero celestial. la atención se centra en el contenido de sus palabras, que exigen a María una escucha intensa y una fe pura.

Esta última consideración nos permite apreciar la grandeza de la fe de Marla, sobre todo si la comparamos con la tendencia a pedir con insistencia, tanto ayer como hoy, signos
sensibles para creer. AI contrario, la aceptación de la voluntad divina por parte de la Virgen está motivada sólo por su amor a Dios.

A María se Ie propone que acepte una verdad mucho más alta que la anunciada a Zacarías. Este fue invitado a creer en un nacimiento maravilloso que se iba a realizar dentro de una unión matrimonial estéril, que Dios quería fecundar.

María es invitada a creer en una maternidad virginal, de la que el Antiguo Testamento no recuerda ningún precedente. En realidad, el conocido oraculo de Isaias: «He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y Ie pondrá por nombre Emmanuel» (Is 7,14), aunque no excluye esta perspectiva, ha sido interpretado explícitamente en este sentido solo después de la venida de Cristo, y a la luz de la revelación evangélica

A María se Ie pide que acepte una verdad jamás enunciada antes. Ella la acoge con sencillez y audacia. Con la pregunta: «¿Cómo será esto?», expresa su fe en el poder divino de conciliar la virginidad con su maternidad única y excepcional.

En la realización del designio divino se da la libre colaboración de la persona humana. María, creyendo en la palabra del Señor, coopera en el cumplimiento de la maternidad anunciada.

San Agustín, comentando el evangelio de la Anunciación, afirma: «EI ángel anuncia, la Virgen escucha, cree y concibe»

EI acto de fe de María nos recuerda la fe de Abraham, que al comienzo de la antigua alianza creyó en Dios, y se convirtió así en padre de una descendencia numerosa.

La estrecha relación entre fe y salvación, que Jesús puso de relieve durante su vida pública (cf. Mc 5.34; 10,52; etc.), nos ayuda a comprender también el papel fundamental
que la fe de Marla ha desempeñado y sigue desempeñando en la salvación del genero
humano.

Equipo Nuestra Señora del Rosario

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