Éramos 40 personas, una multitud. El silencio total para escuchar las Meditaciones del Padre Luis, meditar, rezar, rezar mucho.
El objetivo, una puesta a punto espiritual, y la línea a seguir, totalmente Ignaciana:
VENIMOS A TENER LUZ.
Pidamos A Dios que nos la dé. (Idea continuamente repetida en las Meditaciones)
- Descansar en el Señor que así lo quiere. Él trabaja por nosotros.
- Recibamos éste Don y acudamos a la Misión encomendada (somos la sal de la tierra, si la sal se vuelve sosa…)
Se meditó sobre
* El pecado, de las faltas que nos parecen leves y nos impiden volar.
* La Misericordia de Dios que ante todo respeta nuestra libertad y el uso de nuestra razón
* Nuestra madre María y su misterio. Pidámosle el conocimiento interno de Dios, su Hijo. La madre, tan importante en familias de Betania.
* La virtud de la magnanimidad, Tengamos un corazón grande, pidámoslo al Señor. Seamos servidores.
* El misterio de la Pasión y crucifixión de nuestro Señor. Su momento de máxima fecundidad, rodeado de burlas y desprecio. ¿Qué tiene la Cruz que tanto nos atrae?
El Resucitado nos ha acompañado todo el fin de semana.
Así mismo rezamos el Vía Crucis, el Rosario y la Misa diaria. Adoración ante el Santísimo, preciosa.
Despedida y cierre después de Misa y merienda
ID AL MUNDO ENTERO, PREDICAD EL EVANGELIO
Elena Rodríguez-Losada Aguado y Javier Puig García de Leániz
Equipo Virgen de la Paloma